jueves, 10 de marzo de 2016

El invierno que observaba su charco en los reflejos



Primavera egoísta. 
Primavera engreída y coqueta. 

Estúpida y sensual primavera, 
haciéndote de rogar detrás de la esquina, 
mirándote en el reflejo de los charcos,
tapando tus abriles con los paragüas que una vez se han dado la vuelta, 
regresan avergonzados al lugar del que no debieron salir…
Anhelada primavera,
mientras el frío catártico me congela los pulmones, siento tu presencia, 
esperando vanidosa a hacer tu entrada triunfal.