Y he sentido que estaba viva.
Una fuerza dulce me arrastraba a apartarme de los soportales y sonreir a las tristes caras que conducían sus coches y me miraban estupefactas.
Hoy se me ha calado hasta el corazón y he pensado que igual soy como una planta, sedienta y deseosa de ser regada.
A las fuertes gotas que mojan mis gafas les deseo el más dulce de los finales, empañando ventanas, espectadoras de vidas regaladas.
"Me dijeron:
- O te subes al carro o tendrás que empujarlo.-
Ni me subí ni lo empujé.
Me senté en la cuneta y alrededor de mí,
a su debido tiempo,
brotaron las amapolas."
Gloria
"A las fuertes gotas que mojan mis gafas les deseo el más dulce de los finales, empañando ventanas, espectadoras de vidas regaladas." Poesía Kunta, sigue escribiendo joder.
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